"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Entrevista
María Luz Esteban, directora del Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos Española (CNLSE)
“La lengua de signos no es sólo la lengua de las personas sordas, también forma parte del patrimonio lingüístico y cultural del mundo”
13/05/2013
Blanca Abella
Lleva más de veinte años trabajando y siempre en torno a la lengua de signos española. Desde hace dos años dirige el CNLSE, al que equiparan con la RAE y el Instituto Cervantes. Ella cree que este centro tiene una labor aún más ingente, ya que entiende que la lengua de signos todavía no está normalizada en todos los contextos. Y esa es precisamente la misión del CNLSE: trabajar para lograr que esta lengua sea reconocida como un patrimonio lingüístico y cultural de toda la sociedad.
¿Cuál es el significado de la palabra normalización dentro del CNLSE?
Es una pregunta necesaria para entender el trabajo del CNLSE, porque muchas veces decimos que es como la RAE o el Instituto Cervantes, u otros centros que trabajan por la normalización lingüística de idiomas como el gallego, el catalán o cualquiera del resto del mundo; pero realmente, si nos comparamos con otros idiomas, la lengua de signos ha seguido una evolución muy distinta. Esta lengua ha sido largamente minoritaria y minorizada, no ha sido una lengua que las personas sordas y sordociegas pudieran utilizar de forma normal en cualquier contexto, ya que ha vivido en una situación de vulnerabilidad. El concepto de normalización se puede entender de muchas formas, la más importante es que la lengua de signos se pueda usar y aprender en cualquier ámbito de forma normalizada.
¿Cómo se ha logrado llegar a la situación actual después de esos tiempos de marginación?
Gracias a la comunidad lingüística usuaria de la lengua de signos española, sobre todo al papel activo de la CNSE (y apoyada por aquellos agente que la reconocen y avalan) que conforma una gran red asociativa caracterizada por preservar y promover durante más de un siglo la lengua de signos española, y la lengua de signos catalana en la comunidad autónoma de Cataluña, llevando a cabo numerosísimas acciones de difusión, enseñanza e investigación sobre este idioma.
Fue a partir de los años 80 cuando empezamos a crecer, a expandirnos. Empezamos a enseñar, investigar, difundir, elaborar diccionarios y otros materiales, a aparecer en la televisión, etc. Debido a esta expansión en diferentes ámbitos, la CNSE tuvo que diseñar un proceso de planificación lingüística con el fin de velar por esta lengua y favorecer su uso en cualquier contexto. Y ligado a todo ello, se aprueba la Ley 27/2007 por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral para las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas, y ateniéndonos al artículo 15 de esta Ley, el CNLSE se crea en el Real Patronato sobre Discapacidad con la finalidad de investigar, fomentar, difundir y velar por el buen uso de la lengua de signos española.
El trabajo de la CNLSE, ¿supone también un proceso de inclusión de las personas sordas en la sociedad?
Efectivamente, este centro representa para la comunidad lingüística usuaria de la lengua de signos española, y en especial para el conjunto de las personas sordas y sordociegas, la posibilidad de aspirar al estatus social del resto de las lenguas que coexisten en el Estado.
Normalizar una lengua también es normalizar a la comunidad de personas que la usan, por lo que el colectivo de personas sordas y sordociegas usuarias de la lengua de signos española, podrán ejercer sus derechos y obligaciones como ciudadanos a través de esta lengua, no sólo para la participación en la construcción de la sociedad española moderna y avanzada, sino también para la comunicación y el desarrollo personal.
El CNLSE es una gran herramienta para la eliminación de las barreras de comunicación que afectan a las personas usuarias de esta lengua para su plena participación social. Esta comunidad lingüística convive en un entorno en el que las normas de uso social de la lengua de signos española son más restringidas que las determinadas para la lengua oficial. No debemos ignorar que el dominio de la lengua de signos española protege a las personas sordas y sordociegas, ya que la lengua es un instrumento para construir y organizar la parte más crítica y creativa del individuo.
La normalización lingüística de la lengua de signos española es, sin lugar a dudas, una apuesta de futuro.
En el escaso tiempo que llevan trabajando desde el CNLSE, ¿qué grandes proyectos han abordado?
Intentamos dar respuesta a todas las demandas, necesidades y expectativas que hay respecto a la lengua de signos española, que son muchísimas. Llevamos a cabo diferentes acciones de normalización como asesoramiento, atención a consultas a solicitud de las administraciones públicas, de los agentes sociales, de las asociaciones de personas con discapacidad y sus familias, así como de entidades privadas vinculadas directa o indirectamente a la lengua de signos;. Asimismo, trabajamos en la elaboración de informes y en la promoción de acuerdos de colaboración, destacando por ejemplo la reciente firma con la RAE o acuerdos con universidades españolas con el objeto de promover la investigación y difusión de la lengua de signos española.
En cuanto al ámbito de promoción y difusión, hemos organizado dos seminarios. El primero en el año 2011, como presentación institucional del CNLSE y análisis de la situación de la lengua de signos española en los ámbitos de la educación, la normalización social y la investigación. El segundo seminario, organizado el año pasado, se centraba en los perfiles profesionales vinculados a esta lengua como son los especialistas en lengua de signos española, los intérpretes y los mediadores para personas con sordoceguera. Y para este año, los días 26 y 27 de septiembre, el Real Patronato sobre Discapacidad, a través del CNLSE, tiene previsto organizar un congreso centrado específicamente en la investigación lingüística de esta lengua, coincidiendo con la celebración del Día Europeo de las Lenguas.
Por último, en cuanto a investigación y desarrollo, estamos desarrollando una base de datos de recursos sobre la lengua de signos española y otras lenguas de signos; hemos puesto en marcha una biblioteca virtual que se puede consultar a través de la página web www.cnlse.es ; y una acción muy importante para nosotros: la promoción de la actividad investigadora en nuestro país. Además, en nuestra web contamos con una sección de investigación en la que cualquier persona puede consultar los diferentes centros de investigación, el personal investigador y las investigaciones publicadas.
Si como usted comenta y parece evidente, la lengua de signos española despierta cada vez más interés, ¿será necesario reforzar la labor que desarrollan desde el CNLSE y desde el propio movimiento asociativo?
Falta muchísimo por hacer. Es cierto que la lengua de signos española se ha desarrollado, ha evolucionado, ha crecido, pero somos conscientes de que no tiene la misma presencia en todos los ámbitos. Por ejemplo, en el ámbito de la educación no está normalizada; o en el de la interpretación, ya que las personas sordas no pueden contar con un intérprete de lengua de signos en todos los momentos que lo necesitan. Aún queda por hacer sobre la presencia de esta lengua en los medios de comunicación o como objeto de investigación en universidades, pero a pesar de ello, aumenta el interés de la sociedad por conocerla, aprenderla y utilizarla en diferentes contextos de uso.
En aspectos como la cultura y los medios de comunicación quizás los avances no se vean muy claros, ¿cree que falta compromiso en este ámbito?
Con el imperativo legal que se desprende de la Ley 27/2007 y la 7/2010, la presencia de la lengua de signos española en la televisión todavía es escasa en cuanto a la cantidad y a la calidad. Aunque se observa una evolución positiva con el incremento de horas de emisión en lengua de signos, la disponibilidad de contenidos signados se encuentra todavía limitada ya que no se realiza en todos los canales. Sin embargo, los usuarios demandan interpretación en lengua de signos en diversidad de contenidos y en un horario adecuado, principalmente en espacios informativos y en programas infantiles.
En el ámbito de la cultura, del trabajo del CNLSE también se desprende la promoción de la lengua de signos española en los bienes culturales. De hecho, en base a la Estrategia Integral de Cultura para Todos, entendemos la lengua de signos española como instrumento que permite el acceso a la cultura y como lengua de cultura que permite a las personas sordas y sordociegas convertirse en artistas y promotores de la diversidad cultural. Desde el CNLSE concebimos la cultura como espacio para proyectar una imagen social de la lengua de signos española como lengua creadora.
En los últimos años ha habido un cambio bastante considerable, los museos y exposiciones cada vez son más accesibles gracias a la inclusión de las signoguías. Pero hay otras disciplinas, como el teatro o el cine por citar algún ejemplo, en las que todavía hay que trabajar mucho.
Después de años de lucha desde el movimiento asociativo, ¿han conseguido que la cultura de la lengua de signos española se impregne en la sociedad y en las instituciones y ahora colaboren ellos en esa lucha?
La lengua de signos española así como sus usuarios, principalmente las personas sordas y sordociegas, han experimentado en los últimos tiempos y de forma muy rápida, importantes transformaciones. Además, la forma de llamar a las cosas, de interactuar, de comportarse, también ha evolucionado, y ahora, la sociedad entiende y valora cada vez más la diversidad lingüística y el derecho de las minorías a preservar, respetar y utilizar su propia lengua. El entorno social y político de una lengua concreta, repercute de forma directa y está íntimamente ligado a la situación en que se verá inmersa, de la misma forma, que los cambios sociales en la población repercutirán a su vez, en el estatus e imagen social de la lengua.
A pesar de estos cambios favorables, todavía queda mucho por hacer para que la sociedad considere a las personas sordas como una minoría lingüística y cultural que enriquece la diversidad social que existe en este país.
El CNLSE es un centro innovador, pionero en todo el mundo, ¿resulta una aventura complicada o más bien enriquecedora?
Hemos tenido un dulce comienzo porque recibimos una herencia fabulosa. El trabajo que se llevó a cabo durante muchos años para la defensa y promoción de la lengua de signos española nos ha dado una base sólida para continuar e ir más allá; entre otras cosas, para seguir cumpliendo con las expectativas que le atribuye la comunidad lingüística de personas usuarias e intentar que esté siempre presente en la agenda de la Administración.
El hecho de que el CNLSE dependa de un ente público ¿les supone un respaldo o una carga?
El CNLSE pertenece a la Administración pero la gestión está cedida a la Fundación CNSE, lo que representa un factor tremendamente positivo. Un principio muy importante del centro es que desarrolla sus acciones teniendo en cuenta la realidad lingüística y cultural de las personas usuarias de la lengua de signos española, y velando por su derecho a aprender y usar dicha lengua. Esto nos conduce a un centro con afán de servicio a la sociedad, sustentado en la acción práctica y con el obligado soporte científico. Si la lengua se desvincula de la comunidad usuaria, no servirá de nada.